EN LA DINÁMICA DEL CONOCIMIENTO

Luis Garavito Marquina
Economista y Cientista Político

Un cambio fundamental se ha operado en el mundo con el surgimiento de una economía global, donde las ideas, los conocimientos y la experiencia son las fuentes del crecimiento económico y del desarrollo. Este cambio estriba en que el Capital Intelectual ha pasado a tener mayor importancia en la generación de valor económico que las capacidades físicas, con el uso intensivo de mano de obra, en la gran industria, en la transformación de materias primas o en la explotación de recursos naturales.

El conocimiento está en constante proceso de expansión y renovación; se desarrolla y aplica en nuevas y diversas formas, transformando y diversificando las relaciones entre los factores tradicionales de producción, como la tierra, el capital y el trabajo. A diferencia de esos factores, en la economía, el conocimiento evidencia rendimientos marginales crecientes lo que incide en una mayor productividad y en el potenciamiento del crecimiento económico.

En esta era, los ciclos de los productos no suelen extenderse por períodos prolongados y, en consecuencia, la necesidad de innovación es un imperativo permanente. Esta continua transición comprende la expansión del comercio de bienes y servicios por todo el mundo y requiere una mayor competitividad de parte de los productores.

Las empresas son actores relevantes en la dinámica del valor económico porque aprenden y generan conocimiento. De hecho, la creación y utilización del conocimiento constituye uno de los aspectos determinantes en el proceso de innovación y de generación de ventajas competitivas.

El conocimiento, que ha sido considerado en el centro de interés de la civilización, desde la antigüedad, puede entenderse de diferentes formas. El economista Bengt-Äke Lundvall, por ejemplo, establece una contraposición entre conocimiento tácito y conocimiento codificado . En el primer caso, se trata del conocimiento no documentado, que sólo se genera a través de la experiencia, y su codificación y transmisión puede ser difícil o, prácticamente imposible. En cambio, el conocimiento codificable puede transarse a través del mercado o tornarse accesible a través de otros mecanismos y procedimientos, independientemente de las distancias. Pero, entiéndase que sólo el conocimiento denominado tácito es el que sustenta toda ventaja competitiva y que se singulariza.

El conocimiento se crea y se reproduce en la interacción social, con alguna presunción de incertidumbre. En todo proceso económico, el conocimiento se propone solucionar problemas sobre la base del ensayo y error y es, en su resultado, acumulable e incremental.

En este entendido, la difusión tecnológica requiere de la codificación y formalización de nuevos conocimientos; en cambio, la innovación precisa de la transformación de conocimientos mediante la práctica de las empresas.

Un proceso de innovación trasciende a la posibilidad de disponer de núcleos operativos de I+D, para incorporar otros procesos de gran importancia, como la transformación del conocimiento codificado en conocimiento tácito (internalización), la transmisión de conocimiento tácito de una empresa al resto del sistema (socialización), la transformación de conocimiento tácito en codificado (externalización) y el traspaso entre agentes de conocimiento codificado (transferencia).

Infografía

Lundvall, Bengt-Äke; The Learning Economy and the Economics of Hope
(Anthem Studies in Innovation and Development), Ed Kindle, 2016

En Teoría de la Creación del Conocimiento Organizacional de Nonaka y Takeuchi (1995)